ANTICIPANDO 2019 CON EL LENGUAJE DE LOS MERCADOS

Disertación del Lic. Claudio Zuchivicki invitado por la BCSF e Integrar SA

Invitado por la BCSF e Integrar SA, el Lic. Claudio Zuchovicki transmitió una mirada moderadamente optimista respecto del devenir económico del año próximo, al hablar sobre el tema: “Anticipando 2019 con el idioma de los mercados”.

Lo hizo, en el auditorio del Parque Biblioteca de la Constitución Nacional, cedido por el gobierno de la ciudad, ante unas 300 personas que sortearon las condiciones climáticas adversas que se dieron en la tarde de ayer, pero que no salieron defraudadas con la exposición del orador y el lugar elegido para la disertación.

El Lic. Zuchovicki fue presentado por el presidente de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, señor Ulises Mendoza, y luego por el presidente de Integrar SA, CPN Alfredo Calabrese. 

Amigo de la BCSF desde hace años, Mendoza agradeció nuevamente su presencia en Santa Fe como así también al público asistentes, entre los que se encontraban dirigentes de las principales instituciones de la región.

Por su parte, Calabrese -con residencia en Paraná- felicitó a los santafesinos por el nuevo solar que alberga el Museo de la Constitución.

En uno de los tramos más importantes de su disertación, el Lic. Zuchoviski sostuvo que el principal problema de la Argentina es su déficit fiscal y que la devaluación había “licuado el gasto”, lo que había permitido equilibrar las cuentas públicas.

“La devaluación cambió los términos del intercambio”, aseveró para decir a continuación, que quien asuma en 2019 el gobierno de la Nación, “va a tener resuelta la macroeconomía porque el trabajo sucio, ya está hecho”.

En tanto enfatizó que el país debe encarar reformas en el plano previsional y laboral y negó la posibilidad de un default para la deuda soberana.

Con los medios de prensa

Antes de la disertación, el Lic. Zuchoviski conversó con medios de prensa de Santa Fe, de Paraná y de Rafaela. A continuación, algunas de sus respuestas:

¿Cómo considera que se comportarán las variables y los mercados en 2019?

Voy a parafrasear a un gran economista y amigo, el doctor Juan Carlos de Pablo. La verdad es que en el mundo en que estamos, nadie tiene ni idea de lo que va a pasar.

Lo importante es saber qué va a hacer cada uno sabiendo que ninguno sabe lo que ocurrirá. En la conferencia que daré vamos a tratar de discutir, con los que vengan, cuál va a ser el escenario. Porque lo que termina pasando es lo que mayoría quiere que pase. Si todo el mundo cree que esto va a venir mal, es probable que retraiga consumo y como se retrae, se demandan menos bienes y cuando se produce menos, se despide gente y cuando se despide gente, se consume menos.

En tanto, si mucha gente cree que esto va a arrancar un poquito, va a consumir un poco más y se van a producir más bienes. Los círculos dependen más del estado de ánimo. Y esto es lo que vamos a tratar de ver, en un mundo que está muy complicado, no sólo la Argentina; el mundo está muy complicado política y económicamente. Si se hace una revisión política por los principales países, te das cuenta que todos tienen problemas; en ese contexto nos va a tocar movernos.

El punto es que tengo una mirada relativamente positiva: veo el vaso medio lleno y creo que estamos suficientemente preparados y exageradamente preparados, para un contexto negativo y creo que eso, va a terminar siendo positivo.

-A principios de este año, se hablaba de una pauta inflacionaria, de un nivel de dólar, y luego, se vino todo abajo y se dispararon las variables.

-Y de golpe.

-Se erraron todo en los diagnósticos.

El problema es que fue repentino, no esperado. Argentina venía creciendo con una inversión del 18% anual; el país venía creciendo a un 3,5%.

-¿Lo que ocurrió este año, fue un problema de falta de experiencia?

Creo que en parte se lo previó porque salieron a los mercados antes, en enero. Seguramente, hoy con el diario del lunes es más fácil decir que hubo mala praxis o que hubo muchas cosas que en el fondo aceleraron esa caída.

Hay una frase que repito mucho y que no es mía y dice que cuando baja la marea, te das cuenta de quién se bañaba desnudo, y la marea bajó en el mundo y Argentina estaba un poco desnuda. Es muy vulnerable a los contextos internacionales porque tiene un déficit fiscal grande que necesita mucho del financiamiento externo. Argentina no logró tener ahorro interno. Creo que uno de los errores grandes fue la penalización del ahorro interno, gravándolo, etc.

Desde ese punto de vista, sin ahorro interno, se pasa a depender de lo que pasa de afuera y, afuera, hay tantas variables y tantas alternativas, y no nos eligieron o nos eligieron de antemano, esperando una economía; y se dio otra y dejaron de invertir.

Si me pregunta si no lo habían previsto, muchos decían que va a subir la tasa; el mismo gobierno entendía que el contexto internacional cambiaba y después, hay cosas que no se pudieron anticipar. 

Me parece justo decir que hay cosas que no dependen de ningún gobierno ni del anterior ni de éste: tuvimos la peor sequía en mucho tiempo y eso afectó uno de los ingresos más importantes y, además, con muy malos precios, cosa que para lo que estudiamos economía es una paradoja: cuando se tiene menos cantidad sube el precio.

Acá tuvimos menos cantidad con muy malos precios de las cosas que exportábamos, y de las cosas que importábamos, el petróleo, tuvo la mayor suba en mucho tiempo… La balanza de pago se vio muy damnificada por condiciones que no se pueden manejar y que por más que lo preveas, no podes hacer nada. No formas parte de ese condimento internacional, y creo que eso, en un contexto de desconfianza, agravó mucho más la situación.

-En este escenario que describió, la Argentina aparece como productor de alimentos y en el G20, el presidente Macri coincidió que era el momento del comercio internacional. Pero existe una tensión comercial entre las principales potencias y muchas naciones con cierto sesgo proteccionista. ¿Qué posición debería tener Argentina y cómo analiza esa guerra comercial?

Todos los países del mundo sobre todo los principales, viven bajo un déficit fiscal enorme. Va haber un momento en que no lo van a poder seguir financiando con deuda o emitiendo y, en el fondo, la guerra no es comercial sino fiscal: dónde se gravan los impuestos, adónde quiero que sea el centro del lugar.

Algunas empresas hoy son más grandes que los Estados; producen en varios Estados y resulta difícil ver la nacionalidad. De qué nacionalidad es Apple o Google; producen en un lugar, quedan en la nube; no quedan en el país…

Y esas preguntas para las automotrices de que si contaminan o no, con cuestiones hasta arbitrarias en algunos lados, porque tienen multas para las empresas extranjeras pero no las locales y comparten el mismo lugar; con lo cual las relaciones, cuando todos tienen deuda, es como la de un matrimonio: cuando las cosas económicamente andan bien, es probable que se lleven bien, y cuando está mal en la economía, empiezan las discusiones. Creo que en el mundo existe un tema fiscal importante.

En cuanto a la Argentina, lamentablemente no puede decir “vivir con lo nuestro” porque produce una cantidad de alimentos muy grande para sus pocos habitantes y necesitamos al mundo venderle esa producción primaria. Por lo tanto, el país necesita mucho que el resto del mundo consuma nuestra producción. Otros países que pueden ser más proteccionistas porque tienen menos posibilidades.

En el contexto de una de las peores sequías en décadas, ¿qué aporte considera puede dar el sector agroindustrial agropecuario de cara al 2019? Y pregunto, además, si entiende las presiones fiscales impuestas al sector de parte del gobierno.

El economista Ricardo Arriazu tiene un gráfico que demuestra que cada 8-9 años hay una gran sequía y que los dos años posteriores a la sequía, siempre tuvieron record de producción, con lo cual lleva a presuponer que eso que jugó muy en contra, va a jugar muy a favor.

Argentina perdió mucha competitividad por la suba de costos. La rentabilidad del productor cayó mucho y en ese esquema de mayor presión fiscal atenta contra la rentabilidad y ello significa atentar contra la inversión.

Nadie invierte sino gana plata. Nadie invierte si gana plata pero no considera que va a ser suya porque en cualquier momento, alguien puede poner un nuevo impuesto o apropiarse de una renta. Sin inversión es muy difícil crecer.

Desde el punto de vista del contexto, va a jugar muy a favor. Ya el último mes se lo vio: el petróleo bajó bastante y las materias primas se mantuvieron e incluso el trigo, cotizó un poco para arriba.

Del lado de la seguridad jurídica, esos toqueteos sobre la renta, por ejemplo gravar la renta financiera luego del blanqueo cuando se dijo que no se lo iba a hacer; aplicar nuevamente el Impuesto a los Bienes Personales o las retenciones a todas las exportaciones, genera una incertidumbre que resulta más cara que lo que se termina recaudando.

Se dijo que la Argentina iba a tener muchas inversiones externas y no las hubo; los pocos que invirtieron fueron argentinos. ¿Qué recomendaría para el año que viene para alguien que tenga capital?

Fui uno de los que se equivocó también porque pensé que iban a venir más inversores de los que vinieron. En cuanto a los motivos, es por lo que acabo de decir. El que invierte quiere ganar y si no gana, no hará el esfuerzo. En la Argentina ocurrió que la inversión dejó de tener una renta en la economía real que valiera la pena la inversión, por la carga impositiva impuesta, por el costo de la infraestructura.

En este punto debo decir que la infraestructura mejoró muchos y desde gobiernos de distintos colores políticos se puso énfasis en mejorarla. Actualmente, llevar un producto al puerto es más barato que antes, porque hay una mejor infraestructura. No es sólo un tipo de cambio lo que le da la competitividad a una industria, sino también la logística y la infraestructura que le das. Para hacer una importación o concretar una exportación, ¿en cuánto tiempo se la habilita? Todo eso hace que esos costos no hayan sido atractivos para la inversión.

Repito lo de la seguridad jurídica: es importante ganar plata pero saber que es tuya. No te garantizaron ese contexto en los últimos tiempos. Y no sólo el Poder Ejecutivo. Cuando se invierte en un país, se lo hace más allá de un gobierno y un país, tiene tres poderes.

¿Se confía en la justicia? ¿La justicia fue justa con el que hizo las cosas bien?; ¿Recibió la pena el que hizo las cosas mal?; ¿Hay un incentivo?, ¿Puedo mirar a mis hijos y decirles no es lo mismo hacer las cosas bien que hacer las cosas mal? La verdad que no.

¿El Poder Legislativo funcionó o fue miserable a la hora de ganar un voto si frenaba una ley? ¿El Poder Ejecutivo, pensó en la propia generación o en su próxima elección?

Creo que los tres factores coincidieron para que no hubiera inversión. No le echaría la culpa al inversor, le echaría la culpa al escenario que ofreciste para que viniera esa inversión pero no sólo la de afuera. El argentino tampoco invirtió en la Argentina.

La fuga de capital fue importante y resultó una mala señal para afuera.

No es sólo el que lleva la plata al exterior, sino también el que la pone en un colchón; o el que compra dólares y los coloca en una caja con lo cual está financiando el déficit norteamericano… ¿Por qué lo hace? Porque se lo trató mejor que al que ahorró en pesos argentinos. Desde ese punto de vista, no penalizaría al inversor, lo trataría de atraer. Creo que las condiciones que le dimos como país, no permitieron las inversiones. Además, si tengo instrumentos financieros que me rinden el doble o triple que la economía real, para qué me voy a esforzar a tomar empleados, o hacer stock cuando era más conveniente comprar Lebac.

Se advierte que nunca terminó de arrancar la economía real, quizás porque la rentabilidad se volcó hacia el sistema financiero o la compra de dólares. ¿Existió un problema de confianza sobre este gobierno?

Está mal generalizar. Hay sectores e industrias que les fue muy bien y que trabajaron muy bien, por ejemplo energía. Argentina va a exportar energía. Desde el punto de vista energético, Argentina hizo un plan realmente muy potable. La energía es el cuello de botella del país. Si yo explico el déficit fiscal y el déficit de la balanza de pagos, es porque terminamos importando energía a un precio carísimo.

Si Argentina vuelve a autoabastecerse, lo hizo hasta el 2010, resuelve dos problemas: balanza de pagos y déficit comercial. Vas a Neuquén y les va bien. Lo que es turismo, me parece que mejoró; lo que es minería, mejoró.

Ahora, a los habitantes de los conurbanos de ciudades importantes que dependen del consumo interno del asalariado, les fue muy mal porque el asalariado perdió poder adquisitivo. Pero las situaciones no son iguales. Si digo, por ejemplo, que la economía cayó el 2% y te escucha un textil, dice: “no, cayó el 30%” y si te escucha una persona proveedora de Vaca Muerta, dice: “la economía creció un 20%”. No a todos les fue mal por igual. En industrias como las tecnológicas, hubo reformas importantes para ellas como bajas de impuestos, hubo un programa.

Respecto del gobierno, en mi punto o mi crítica, diría -parafraseando a otro economista- que la mayoría de los problemas que se tienen no son por no saber, sino por creer que lo sabías. Más que la herencia, fue sobreestimar la capacitad de solución de un problema. Y esto resulta tan grave como subestimar una herencia.

Eduardo Duhalde dijo que la Argentina está en default y que se debería ir a acuerdo político. ¿Considera que está en default?

Para mí no. Otra cosa es que quieras generar en algún punto, un clima y estás buscando el Remes Lenicov, o el Lavagna posterior.

Argentina acaba de hacer un acuerdo fenomenal con el FMI, que ya no es precautorio; el Fondo adelantó el dinero, y ese dinero está cancelando la deuda que va venciendo. Se están pagando todos los cupones. La deuda es mucha pero la deuda es la consecuencia de un déficit fiscal enorme. La pregunta es, qué hace el sistema político para bajar el déficit fiscal de la Argentina. Si es sólo subir impuestos, es matar más a la gallina de los huevos de oro.

Lo expreso en estos términos: si el 50% de los argentinos cobra en cheque del Banco de la Nación porque las provincias y municipios tienen empleados públicos y si todos estamos hablando de política, hay un error. El protagonista debería ser un productor, la persona que da trabajo y que no depende de un Estado. Nos falta hablar con los protagonistas de la economía. No tiene que ser un político el protagonista de la historia económica; tiene que ser una persona que produce.

Lo que ocurre que hoy el político da más laburo que un empresario. Ser senador es una Pyme porque coloca más gente que uno que no está en la política. Y ése es el error, creer que debemos depender de alguien que tiene la solución.

Si todos dependen de una persona, no estás en equilibrio; cuando no conoces los nombres de los protagonistas, ahí es que funciona. Te pregunto, ¿quién es el dueño de Google? ¿De Amazon? ¿De Apple? ¿Quién es el dueño de las cosas que consumimos? No se los conoce porque son equipos de laburo. En las cosas de éxito no se conocen a los dueños porque es un equipo.

¿Cuáles serán los sectores más dinámicos en 2019?

Argentina mejoró mucho sus números macro, no porque lo planificó, sino porque los hizo el mercado: la gran devaluación va a mejorar su balanza de pagos. Qué sectores van a ganar: energía (Vaca Muerta será el principal exportador y le ganará a las soja en cuando a la generación de dólares); la minería, el turismo; la tecnología y el campo. Al mercado interno le faltará pero mejorará un poco y esto no es opinión sino que lo puedo sacar de datos económicos.

Este año, la inflación estará entre el 45 y 48% y nuestro salario habrá subido un 20-25%; siendo esto la causa de la pobreza y la recesión actual. En el primer trimestre del año que viene, ese 50% que cobra del Estado va a tener un ajuste del 11 y pico por ciento por la inflación atrasada, y la inflación, en el primer trimestre, estará entre 5 y 6,5%. Esto quiere decir que no se va recuperar lo que se perdió este año, pero se estará un poco mejor de lo que este trimestre, y como hay consumo postergado, puede darse un impulso en el mercado local.

 

Compartelo en las redes sociales

Compartir en facebook Compartir en google+ Compartir en twitter Compartir en pinterest Compartir en likedin Compartir en WhatsApp

18-12-2018  |  Imprimir

BOLSA DE COMERCIO DE SANTA FE
San Martín 2231 (S3000FRW) - Santa Fe - 342 4845800 - E-mail: secretaria@bcsf.com.ar - República Argentina
© 2015 - Bolsa de Comercio de Santa Fe - Derechos reservados